Entre la noche y el alba,
el desconsuelo se filtra
como un rayo de sol furtivo.
Y despierta un mundo ya sin ti.
La oscuridad se desgarra,
el sol no es tibio ni estival,
testigo puntual de mi tristeza
en una ciudad mojada, fría, vacía.
Tras el cristal
todo se vuelve confuso:
El mar se desfigura,
mi infancia se desvanece,
todo se ahoga en mi mirada
en un mundo ya sin ti.
El final del camino
se torna visible,
vuelvo sobre mis pasos,
me confundo entre la gente
con tu sonrisa en mi delirio,
un llanto frustrado
y un adiós urgente.
Nadie sabe el vacío que dejas
en un mundo ya si ti.
1 comentario:
Quizás, en los ojos de algún pajarillo la vió, por un instante recordó, vivió, y la dejó que se volviera a ir... mientras, la sigue alimentando, acunando de vez en cuando, en su alma, en su recuerdo, durante toda su vida.
Saludos ♥
M.
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