viernes, 7 de marzo de 2008

EL JUEGO DEL TAHÚR



Te diluyes en el silencioso cobijo de tu sombra
Mientras te sumerjo en aguas turbias.

Tu transparencia se arrastra por la ciudad.
Me entristece,
me angustia,
me anochece,
me vacía…

No alcanzo a ver en la oscuridad
mi orfandad se queda sin brazos,
descalza,
camina a tientas por caminos húmedos
fríos y empedrados.

Me ato de manos,
me atranco,
me desconsuelo,
me dejo…

Una impalpable brisa
lleva aroma de mi olor en tu piel,
y me diluyo contigo
cuando me rozas barajando mi pelo
-tramposo tahúr-
con el as de corazones en la manga.

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