miércoles, 26 de marzo de 2008

TU HISTORIA CON MI CUERPO



Puede que estés escrito en mi piel,

que enmudezcas en mi silencio,

sufras mis injusticias,
te confundas con mis secretos.


Puede que seas un fuerte árbol

aparentemente débil,
agitado por el viento.


Puede que duermas esta noche
detrás de mis ojos,
compartas mi sombra,

te reflejes en mi espejo.


Puedo ahora reírme de la distancia

sucesión torpe de metros,

línea delgada que ignora

nuestro secreto:


“Los dos somos un mismo cuerpo”

No hay comentarios: