LA URGENCIA DE ESTAR VIVA

Febrero resiste,
su respiración es una música
de ritmo imposible,
un trayecto palpitante de paz
capturado al azar.

El reloj escupe las nueve,
empieza mi torpe relación
con el tiempo.

Abril se posa sobre mi boca,
manchada ya de segundos añejos,
Los pruebo.
Saben bien.
Te los ofrezco…

Los recibes con premura
de mis labios
degustas su sabor rancio,

-y callas-

te saben a poco,
no lo dices
pero tu piel te delata.

Si supieras que el vaso
está medio lleno…
si supieras que cada palabra
es un aguijón que se me escapa

-sin venenos añadidos-

si supieras que al verte
me invade la urgencia de estar viva…