lunes, 5 de mayo de 2008

LÁGRIMAS




Ardo y muero
en el vapor de tus ojos,
para convertirme en vida.

Miro en tu interior
-dentro del anonimato
de mi transparencia-
más allá de muros.

Y agradezco el rodar
por tu tacto frío,
tu espasmo,
tu sonrisa,
tu locura,
la mano que acaricia tu rostro…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me identifico mucho con la mano de ese poema, con el tacto de ese alma. Un beso.